Nos movimos a la residencia de esta gente (“Humelstrasse Studenten Wohnung”), donde están viviendo la mayoría de españoles. Andrea era, en teoría, la encargada de montar la noche del mojito (sí, los erasmus se inventan cualquier escusa para hacer una fiesta toooodos los días, jajjaja), pero como estuvo cenando en casa, se le pasó y no compramos ninguna bebida ni nada. Así que pillamos Glühwein de nuestra casa (a saber de quien era), un aguamiel que pillamos en el mercado medieval, vodka que trajeron los italianos y fruta que tenían los de los pisos de la resi e hicimos una zurra. Jajaja! Estaba dulzona y buena al principio, pero terminarse el segundo vaso era un auténtico calvario.
Este era el cartel que colgaron en la puerta del piso donde se hacia la fiesta. Nana lleva en el vaso el maldito brebaje infernal.
A ver, por partes, el Glüwine ya os contaré lo que es más adelante, cuando se acerquen navidades que es cuando se toma. La zurra es como le llaman a esa especie de brebaje, resultante de mezclar alcoholes y vinos, más fruta y azúcar, en Valencia. Andrea es de allí y fue la encargada de prepararlo. Así que la noche del mojito se convirtió en la fiesta de la zurra y todos tan contentos. Pronto se acabó la cosa y deambulamos entre las calles con el frío de la noche de Weimar para encontrar un sitio donde seguir la fiesta. Pero lo único con buena música y gratis era el C Keller (como no). Al ser tan pequeño no cabíamos ni de coña y cansados como estábamos, nos retiramos a casa. No nos hizo falta ir a la Oktoberfest para sentirnos agobiados de tanta gente. Jjejeje!
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