¿Os acordáis cuando érais pequeños y jugábais a pilla-pilla con los amigos en el patio del colegio? Llegar a la zona prefijada como "casa" era genial. Desde allí uno hacía burla a sus perseguidores. Allí uno no debía preocuparse por nada...
Cuando llego de un viaje, ya sea a mi casa o a la de mis padres, creo experimentar un poco aquella gratificante sensación de salvación. Aquí nada malo puede pasarme.
Está claro, esa seguridad aplaca del todo la aventura del viaje impredecible y espontáneo que tanto me agrada. Pero como buen amante, también, del equilibrio, una época de una cosa compensa (y se complementa) con una época de la otra.
He venido a pasar las Navidades con la familia y amigos. El suelo del aeropuerto de Fráncfort-Hahn solo me ha dejado pegar alguna que otra cabezada, así que llevo prácticamente 30 horas sin dormir. Pero bueno, nada que no cure la nevera-paraíso de mamá y una cama de las buenas.
Que bien se está aquí... como me gusta poder decir: ¡CASA! ... y "permitir que los sentidos descansen y se aquieten."
PS: Que raro se me hace poder andar por la calle sin morirte de frío, ver anochecer una hora más tarde y necesitar zapatillas para estar por casa.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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3 comentarios:
Bienvenido again!!!!!!
Si es que como en casa... en ningún sitio.
Por cierto, tengo una duda: ¿Cual de tus dos blogs mantienes activo? Es que he vuelto a las andadas ( http://notwitter.blogspot.com/ ) y me gustaría saber a cual enlazarte...
los dos están activos. Este es para contar mis vivencias en alemania y demás paranoias del momento
el otro, el de Juanka Barranka son todas mis movidas frikis: comics, figuritas y demás
Me alegro de verte x aki Prrrk!
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