Y el campo santo de Weimar no sólo nos proporcionó esas vistas, sino que nos soprendió con una increible capilla rusa ortodoxa. Una imagen a la que no estamos nada acostumbrados, por lo menos los españoles. Este templo fue eregido en 1862 como cámara funeraria de Maria Pawlowna. Hoy en día todavía es usada por los miembros de la Iglesia Rusa Ortodoxa de Berlín.
Sin embargo el edificio más conocido y publicitado de la ciudad está pegando a este, aunque mirando justo hacia el lado contrario, un mausoleo Ducal que finalmente ha pasado a ser la sepultura de Goethe y Schiller.
Por debajo de estos dos edificios centrales está el cementerio histórico donde podemos ver las tumbas de personajes famosos dentro de la antigua nobleza de Weimar, por encima de ellos encontramos el cementerio moderno. En las imágenes de abajo, la tumba de un militar y la del cocinero de Anna Amalia.
Todo el complejo es bastante grande y está ubicado en una pendiente, así que las distintas visiones del lugar aparecen poco a poco, soprendiendo al visitante a cada paso. Es curioso como después de casi seis meses viviendo aquí, la ciudad es capaz de asombrarnos tanto como al principio.
2 comentarios:
El poder de la imagen fija.....y el buen ojo de un gran observador (como dice Lol fanzine)da esos resultados espectaculares. Un tandem perfecto.
Bueno, también tienen mérito a los que construieron semejante templo, no?
jejeje... encantado de volver a verte posteando por aki. :)
Publicar un comentario