jueves, 2 de abril de 2009

Una Alemania abarrotada pero tranquila

Alemania es un país que, con algo menos de tamaño que España, alberga casi al doble de habitantes, llegando a la cifra de 80 millones de personas. Eso significa básicamente que Alemania está repleta de gente, y no solo concentrada en ciudades, también a lo largo y ancho de todo su territorio. Un fenómeno que hace que apenas haya lugares despoblados como en España.

Puedo dar fe, después de los distintos lugares que he conocido de este país, que a los Alemanes/as, les encanta la tranquilidad de vivir en pueblos de pocos habitantes. Lo cúal configura una enorme red de villas de menor y mayor tamaño desplegados por todo el territorio. Un territorio además, desprovisto de grandes accidentes geográficos (excepto los alpes en el sud). Vamos, que es difícil encontrar lugares dónde no andes 5 quilometros y no te hayas encontrado con otra aldea.

Otra razón por la que vivir en un pueblito es poder tener una casa con jardín, quizá un poco de huerto... seguramente con alguna gallina, o incluso conejos o cabras, y en el mejor de los casos, hasta algún caballo.

Un hábito que en España se ha perdido mucho en los últimos años... y que por pura ignorancia, el que lo hace parece ser mirado recelosamente por los demás. Como si la labor de cultivar y/o cuidar animales fuera una lacra social. En fin, una pena...

Tanto es el fervor de esta gente por tener su "pequeña granja" que ya desde hace bastantes años podemos encontrar por todo el territorio, tanto en las afueras de las ciudades como en las afueras de los pueblos grandes, conjuntos de parcelas dónde la gente cultiva la tierra o tiene a sus animales. Parcelas dónde normalmente no vive nadie, pues son una espécie de huertas de "ocio"y las casitas que allí se ven son para guardar las herramientas de labranza y demás. Sus propietarios viven, pues, en casas dentro del núcleo urbano. Antes de aquí solo había conocido este fenómeno en en las antiguas colonias de trabajadores de la España de principios de siglo XX, durante el auge de la industria textil en Cataluña, por ejemplo. A cada empleado se le daba una casa (o piso) y como era gente que venía del campo, además les cedían a cada uno un trozo de parcela algo más allá de la colonia. Formándose así un conjunto de parcelas con huertas de "ocio".


1 comentario:

m. kukicha dijo...

Los del National Geografic deberían contratarte,eres muy descriptivo narrando, genial!!!.
Per cert, el teu besavi, per part de mare, un "llibreter" de can Franquet, home posat i tocat,(aixo vol dir molt presumit)((Can Franquet era una llibreteria molt coneguda a la época a Girona)),també "practicaba" aquet esport de cuidar un hortet als diumenges a les afores de Girona, en aquella época se estilaba molt i era molt ben vist.