Elegir escaramujos maduros, quitarles lo negro y el tallo, abrirlos con un corte vertical por la parte más larga del fruto, sacar todas las semillas y los pelillos que se pueda. Cuando estén todos (yo usé un par de puñados) los lavamos uno por uno bajo el grifo, procurando que no quede ni un pelillo. Los ponemos en un mortero y los machacamos hasta reducirlos a pulpa. Agregamos un poco de jugo de limón y un par de cucharadas de azúcar (o fructosa). Seguimos machacando y mezclando. Probamos el mejunje y corregimos el grado de acidez o dulzura. En la nevera os durará unos días.
Ahí estoy quitando las pepitas y los pelos con una puntilla.
Así es como me quedó a mí. Porque no tengo mortero y es lo que pude conseguir, pero hay que dejarlo más reducido a pulpa, no tantos trozos.
Como ya dije en el anterior artículo (pero muy importante de recordar): Quitar bien los pelillos no es ninguna tontería, sobretodo si se come en crudo, pues el sobrenombre de "gratacul" en catalán o "escarbaculo" en castellano no es casual. Como he leído por ahí: “Quien ingiera dichos pelillos, después de salir indemnes de todos los peligros de las vías digestivas, se despiden de su huésped propiciándole un picor en torno al orificio anal.”
Posts relacionados:
Hagebutte, Rosa Canina, Escaramujo...
Mermelada de Escaramujos
El escaramujo y los alemanes
No hay comentarios:
Publicar un comentario