Aunque a priori no lo parezca, lo que rodea al edificio es más un cementerio que un jardín. Yacen aquí muchos de los personajes famosos que han vivido y muerto en Weimar, incluida Christiane, la esposa de Goethe. También fue primer lugar de la sepultura de Shiller, antes que se trasladase junto a Goethe al Ceménterio Histórico.
Al entrar dentro sorprende la austeridad, las paredes blancas y prácticamente sin ornamentaciones, propias de un templo de esta doctrina. Da la sensación de estar en un decorado de pelicula más que una iglesia de verdad.
Otra curiosidad del edificio es subir a su torre campanario. La parte inferior es de piedra y la superior de madera. Allí arriba, sustentas por unas vigas enormes hay tres campanas que solo tocan cada mediodía. Las estrechas y sinuosas escaleras de madera que te conducen hasta la parte más alta de la torre crepitan bajo cada paso que dan tus pies, lo que te hace cuestionar la estabilidad de todo aquello. Pero bueno, llegas arriba y hay cuatro ventanas, una orientada hacia cada punto cardinal, obteniendo así una vista completa sobre la ciudad.
1 comentario:
Ostras, parece que estoy viendo a Quasimodo (protagonista de "El Jorobado de Nôtre Dame")personaje deforme y malhecho que vivia en el campanario de esta catedral de Paris, suspirando por el amor de una joven gitana............El campanario era igualito a este!!
Publicar un comentario