Antes de ir para allá, Anna nos invitó a cenar en su casa. Estaba todo riquísimo. Comimos un peazo de filete de carne, cosa que no solemos, y nos acordamos de las comidas en República Checa. Ensaladita de tomate y queso Feta, y vino Italiano. El vino era de Trento, la misma región de donde es Anna, al norte de Italia. No me acuerdo el tipo de uva, pero estaba muy bueno.
La fiesta de cumpleaños estuvo guay, mucha gente, poníamos la música que queríamos y cada uno se trajo sus bebidas. Por las paredes aparte de globos y serpentinas había papeles donde se podía dibujar, eso nos mantuvo un rato entretenidos, y nos echamos unas risas.
A las dos horas o por ahí nos pusimos en camino del cine Mon Ami, donde celebraban una fiesta para los Erstsemester (los que empiezan la uni por primera vez).
¡Esa cumpleañera!
Vaya paranoia de fotos que salieron... jejeje!
La verdad es que nunca había estado en una sesión de drum'n'bass, y no está mal. Es decir, te pegas tus bailoteos, te lo pasas pipa, la música anima mogollón, pero a los 10 min. de estar botando cada una de las partes de tu cuerpo hacia lados opuestos, estás un poco hecho polvo.
Y no hay manera de bailarlo que no sea así, enserio. Por lo que concluyo con que el drum'n'bass está guay, pero no para toooda una noche. No sé, igual me hago viejo... jajajaja!
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