viernes, 31 de octubre de 2008

Noche de Halloween y rave en el e-werk

Todo el mundo sabe que la noche de hoy, viernes 31 Octubre, es la más concurrida de todo el año en el cementerio.

Miles de cuerpo fallecidos, en putrefacción o totalmente descompuestos, salen de sus tumbas, fosas o cámaras refrigeradoras y se dirigen de forma consciente (o no) hacia los núcleos urbanos.

Los hay de todas clases, con buenas y malas intenciones, igual que en el mundo de los vivos. Pero la mayoría, ante la única noche del año de la que se les permite disfrutar de los placeres mundanos, se olvidan de sus trifulcas personales y optan por salir de fiesta, emborracharse, y con un poco de suerte, saciar sus deseos carnales con algun@ de sus congéneres, ya sean vivos o muertos.

Salimos de casa y pasamos a recoger a Xavi, Anna y Francesco por Jakobsplan (donde vive Xavi) y desde allí nos desplazamos a Hummelstrasse. Siguiendo la costumbre en este tipo de reuniones juveniles, charlamos y bebemos, pero algo raro se percibe en el ambiente.

No es una noche como otra. Hay una excitación extraña entre los presentes. Silvia parece padecer los primeros síntomas. Algunos la miran con cara extraña y a otros les arranca una carcajada. Yo la miro y sinceramente me da miedo la profundidad de sus ojos. La piel se torna blanquecina, los ojos se ven rodeados de oscuridad y finalmente aparece la sangre.

No pasará mucho rato hasta que empiecen a aparecer los segundos afectados, y después los terceros, y así consecutivamente. Pocos de los individuos presentan inmunidad ante tal afección. Cortes en la cara y en el cuello, heridas mortales, insignias macabras, cortes en las muñecas, mordeduras de colmillos, señales de canibalismo, … Casi sin darnos cuenta, paulatinamente, lo que había sido un simpático grupo de jóvenes charlando y bebiendo, se convirtió en un tropel de muertos vivientes dispuesto a destripar lo mejor de la noche.

La masa informe de brazos, piernas, cabezas y cuerpos deambuló por las calles llenas de oscuridad y niebla siguiendo un rumor de fiesta, seguramente dejando un rastro de sangre a su paso. En ningún momento pasaron desapercibidos, sus palabras sonaban fuertes, en un idioma extraño para los habitantes de ese pueblo. Y además uno de los individuos profería uno de los gritos más agudos que he oído jamás. Debió poner los pelos de punta a más de uno que hasta ese momento se sentía seguro en el interior de su casa.

Yo estaba allí, entre ellos. Y al igual que ellos me sentía empujado al hedonismo más salvaje. ¿Cómo podía formar parte de esa metamorfosis tan terrorífica? ¿En que momento me había convertido en muerto sin apenas darme cuenta? ¿Volvería a recobrar mi aspecto normal o terminada la noche me vería sepultado bajo una montaña de tierra húmeda de la que no podría salir hasta que pasara otro año entero? Lo cierto es que ya durante la semana, no recuerdo muy bien el día, había sentido fallecer la cabeza. Como si ésta no formara ya parte de mi cuerpo, pudiéndome arrancarla y volverla a poner a sitio a placer. Todo era muy extraño. Las dudas se me acometían como siempre, a borbotones y dejándome sin aire para respirar.

Pero esta vez pronto acallaron las voces. Quizás ensordecidas por la música electrónica retumbando en el interior de mi cabeza y caja torácica. Estábamos en el “e-werk”, un conjunto de locales dedicados a exposiciones, pases de cine alternativo y, eventualmente, fiestas como la presente.

Lo bueno de ser noche de Halloween es que los mortales piensan que solo es un disfraz, una careta o un maquillaje. Quizás se te queden mirando unos segundos… mientras sus pequeñas cabecitas, repletas de suculento cerebro, intentan adivinar si es un disfraz o es que eres así de feo. Yo lo solucionaba rápido, una sonrisa macabra, un golpe traicionero en la nuca y al baño. Entre las cuatro finas paredes donde están los váteres, succionaba sus masas encefálicas con una voraz hambre animal. Para disimular los cadáveres cogía algunas prendas del guardarropas (que por cierto era gratis y accesible para todo el mundo) y se las colocaba. Después lo apoyaba hacia un lado, sentado en uno de los sofás oscuros que había cerca de la salida. Al final de la noche tuve que buscar otros métodos para esconder los cadáveres, pues ya tenía todos los sofás ocupados.

En la pista de baile, con las luces, éramos prácticamente igual que los mortales. Compartíamos las notas musicales y danzábamos de forma parecida. Algunos de ellos incluso se dejaron embaucar y fue una extraña noche en la que parece ser que muchos disfrutaron de los placeres carnales. Y esta vez no me refiero a comer precisamente cerebros.


No sé si fue por estar muerto, pero fue una de las mejores noches de fiesta desde que me hayo por estas tierras teutonas. La música excelente: Había como 4 o 5 personas dándolo todo enfrente de sus portátiles y equipos de mezclas. Incluso había un mortal que soltó unas voces un par de veces y otras tocando la corneta. El lugar inmejorable: Una fábrica llena de llaves de paso, tuberías con indicadores de presión, cubetas gigantes,… todo bajo una luz oscura y puntuales flashazos luminosos. Cada vez que Manuel (otro afectado) y yo nos cruzábamos, aparte de muchas otras paridas, me decía: “Yo estoy muerto” señalando la inscripción de R.I.P. que le había aparecido en la frente. Yo me reía, pero por mis adentros pensaba, “lástima, un cerebro menos al que hincarle el diente…”
La cosa terminó a eso de las 4 de la madrugada. Con la apertura de luces del local algunos mortales vieron nuestras caras. Se dieron cuenta de con quien habían estado bailando y observaban extrañados, quizá demasiado afectados por el alcohol como para salir corriendo. Pero quedábamos pocos y los síntomas de nuestra afección parecía que iban en detrimento.

Finalmente al llegar a casa me miré en el espejo y me lavé la cara un par de veces, tenía ya mejor aspecto. Acabé tumbado en mi cama de mortal y no en una sepultura como había llegado a imaginar por la noche. Ahora tenía dos horas para dormir y a las 7’00 en pie, pues nos íbamos a Leipzig. Ese día si que fue de muertos vivientes…

FIN :P

Hoy Mega-bunus-track. Video del peazo de fiestón! (os recomiendo que bajeís el volumen de los altavoces) jajjaja!



7 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta foto es de concurso! Buenísima!!!XD (La Moti encara riu....)

Jaume Estruch (Proyecto Japan) dijo...

Jajaja, que currat!!!!

jo tinc preparat un de muerte de los años 80 (a lo padre de familia), pero me'l reservo x febrer jajajaj!!

ieps! molt currat elc omic de como pillar un buen pedo de setas, k li vai pillar ahir al patrick, jejeje.

una abraçada!

Jaume Estruch (Proyecto Japan) dijo...

Acabo de veure el video... Vaya fiestón!!!!!!!

Anónimo dijo...

Vaya fiestón tio...el mío no fue tan bueno, pero el sábado acabamos luchando brazo a brazo con una despedida de soltera XDDDDDDDDDDDDD

JC : dijo...

Pues sí, la verdad es que yo mismo miro el video y flipo en colores.

jajja!

y lo qu eno os imaginaís es que entrar allí nos costó tan solo 2 euros. Y porsupuesto las birras tmb a 2 euros. Creo que me estoy empezado a mal acostumbrar a los precios de este país...

Manuel Madureira e Silva//raman.mánelz dijo...

que bonito o RIP !!! hehehe que guay ! nao sei escrever em espanhol...enfim lolol(jajaja em portugues)

ahora estoy muerto....de trabajo :p


beijos


wrm

weimaramanelz.blogspot.com

p.s tenemos que cambiar las fotos ;)

JC : dijo...

Jjajaja! me alegro de verte x aquí Manel!!

Espero que entendieras un poco el relato de la noche de Halloween.

Sino el día que nos veamos te lo explico... :P

A disfrutar!!