De vuelta a casa

Nunca es fácil decir adiós. Adiós a la gente y a los lugares. Pero un día se me cruzó por la cabeza ir andando por esta vida de un lado para otro, y quizá esa es una de las partes menos agradable; aunque sí muy emotiva. Es curioso ver como uno se despide (o no) de distinta manera dependiendo de los lazos o vínculos creados con los demás... las palabras que se cruzan, los gestos, las miradas...

Cierto es que prefiero decir hasta luego, más que adiós. Los adioses son para los que no van a volver... y eso nunca se sabe.


Pero no hablemos solo de despedidas, hablemos también de recibimientos. Aunque en el caso de volver a "casa" uno sabe ya un poco de antemano lo que allí se va encontrar. En mi caso volver a casa es retomar una rutina y plantearse un porvenir... nada fuera de lo habitual. Eso sí, aún aquí, nada ni nadie pone freno a mi curiosidad, así que habrá excursiones, habrá mini-viajes... y habrá crecimiento...

Por otra parte, el blog sigue adelante, aún me quedan bastantes artículos y reseñas que postear, así que estaros atentos, los últimos días por Weimar fueron realmente moviditos.

Saludos gente!