Muy buenas a tod@s. Hoy nos mudamos de blog, ¿os parece bien?
Eso quiere decir que, terminada la etapa Weimar, doy este blog (casi) por finiquitado. Pero como le he cogido gusto al asunto seguiré con SIN PRISA PERO SIN PAUSA en este otro lado: http://jcsinpausa.blogspot.com
Allí encontrarás de momento algunos de los artículos que no encajaban muy bien en este DESDE ALEMANIA, así como las recetas de cocina y alguno de los cuadernos de viaje que estaban aquí. Además iré reseñando excursiones y viajes que haga, haciendo reflexiones de las mías, contando curiosidades y porsupuesto seguiré poniendo nuevas recetas de cocina.
Así que ya podéis cambiar la dirección de vuestra lista de links, agregar la nueva a favoritos, o lo que sea menester...
Nos vemos allí compañer@s! Y muchas gracias por haber seguido mis andanzas durante todo este tiempo... :)
Os presento a la tentación. Las galletas que, sin duda, buscaré cada vez que vuelva a Alemania. El dulce navideño que más nos convenció y nos enganchó. Y la verdá es que hay un buen surtido de productos de Navidad...
No solo era inmejorable en cuanto a calidad/precio/cantidad, sinó que encima era de elaboración bastante natural.
Inconfundibles por sus formas de motivos navideños y su sabor a canela. Recordando un poco a las que aquí llamamos "galletas napolitana", pero sin ese azúcar por encima y mucho más adictivas... os juro que no hay forma humana de comerse tan solo una, y por regla general acababan siendo 3 o 4, jajaja...
Bueno, ya sabéis, si os acercáis por Navidad (eso allí son 2 meses y medio) por aquel frío país, no dudéis ni un segundo en buscarlas y probarlas, os van a encantar. Según la wikipedia también las hay en Holanda y Bélgica, pero de eso yo ya no puedo confirmar nada.
Realizado, con la ayuda de Nana, a lo largo de todos estos meses en Alemania. Una obra que se ha ido haciendo a sí misma con el paso del tiempo.
Cada una de las postales, folletos, posters, flayers y, en definitiva, cada una de las imágenes que recoge este enorme mural, que ocupa toda una pared de la habitación, son para nosotros un recuerdo de una vivencia.
Una fiesta, una exposición, un objeto encontrado... 6 meses de "camino" contados con imágenes. Formando, igual que en la memoria, un todo inseparable...
El pasado 1 de Abril empezaron los festejos en motivo del 90 aniversario de la Bauhaus. Como ya conté en este mísmo blog, Weimar fué la ciudad que acogió en sus primeros años a la famosisima escuela de arte, arquitectura y diseño fundada por Walter Gropius.
Las celebraciones se alargarán hasta Julio de este mismo año, aunque cierto es que la mayoría de los actos se llevaron a cabo los primeros días. Así que yo por mi parte me llevo un grato recuerdo de la ciudad y de las cosas que organiza la universidad.
Hubo varias fiestas en esos días, la primera en el MENSA (comedor universitario) dónde hasta nos dieron Bratwursts gratis. También pudimos ver la inauguración y el cambio de emplazamiento de las obras de la primera escuela Bauhaus, del pequeño Bauhaus Museum de Teather Platz al más grande Neues Museum Weimar. Dónde la verdá es que hay más espacio y pudimos contemplar mayor cantidad de obras.
En la parte de abajo de este museo se llevó a la realidad un proyecto de pequeña sala de proyecciones... algo que un estudiante diseño en los años 20 o 30 y ahora, 80 y pico años después, ha visto la luz. Allí se proyectaban videos, de distinta índole, de actuales estudiantes de la universidad Bauhaus. Entre ellos uno de Nana... jejeje! La verdá es ke cuando se pone lo hace bien :) Por otra parte, ahora en el pequeño queda una exhibición "The Bauhaus comes from Weimar", la cúal es básicamente un cómic de dimensiones gigantes que explica, solo en Alemán (gran fallo), los orígenes.
También se han realizado otra muchas actividades colectivas en motivo de la celebración, e infinidad de mustras y exposiciones de cada una de las distintas ramas que se trabajan hoy en día en la universidad. Como la exposición de materiales en la que participó nuestra amiga Anna, o la de "Mental Radio" desarrollada por algunos estudiantes de audiovisuales. En esta última había inventos extraños y originales, aunque un poco "en fase de pruebas". Podías tumbarte en una cama con dos electrodos en la cabeza y otro en la mano y apartir de ahí un ordenador captaba las diferentes energías de tu cuerpo y estas modificaban una línea de sonido. Había también otro cachibache curioso que era una especie de cinturón, con sensores y demás, y cuando respirabas hondo podías oir, a través de unos cascos el sonido del bosque y, si lo hacias más profundamente, de una tormenta, todo eso sentado en un tronco de madera a modo de taburete.
El colofón final (para mí) fué la noche del pasado sábado 4, justo después de esa genial tarde en el parque con todos los amig@s y el día antes de mi partida, dónde organizaron una especie de espectáculo-performance que nos dejó a todos encantados. Fué en la misma TheaterPlatz, a las 10 de la noche, con una temperatura estupenda. Nada más llegar vemos un montón de gente, hay músicos en directo y simultáneamente proyecciones sobre la fachada del edificio del teatro.
De seguido una cantante de tango en directo y algunas parejas bailando en el balcón y en la calle, pero en forma de sombras y de fondo una proyección... y la Luna allí arriba en el cielo, viéndolo todo.
A eso le siguió lo que yo entendí como una clase de representación sobre la trayectoria de los inicios de la Bauhaus. Un conjunto de gente ataviados con trajes típicos de la época llevan en alto pancartas y carteles reivindicando Más Imaginación, Más libre pensamiento, Más acceso al arte, etc. Són los profesores de la Bauhaus. Estan contentos, festejan y van avanzando por en medio de la gente con sus reivindicaciones bien altas, pero de golpe aparecen unos personajes vestidos de negro con grandes tambores y una melodía dura y repetitiva. A mi entender es la entrada al poder del partido nazi, con lo que todos esos personajes con trajes de los años '20 profieren gritos de horror, arrojan sus pancartas al suelo y salen corriendo en difetrentes direcciones. Todo esto ocurrió en el centro de la plaza, dónde están las esculturas en bronce de Goethe y Schiller.
A partir de ahí la puesta en escena se vuelve un poco más confusa, quizá porque se desplazó a otro lugar más lejos de nosotros. La questión es que a los pocos minutos ya empezaron otras cosas, aparentemente no relacionadas, como un hombre animando a los asistentes a dar palmas y luego, el que cantaría la canción de despedida, haciendo que la gente gritara Bauhaus y cosas así por zonas. En plan: los de mi derecha que digan Bau cuando hago así, y los de mi izquierda que digan Haus cuando hago asá y luego lo combinaba. Estubo gracioso.
Finalmente, como os digo, canción de despedida y créditos. Proyectados, como tantas otras cosas durante todo el espectáculo-performance, en las fachadas de los edificios circundantes. En todos los campos, pero sobretodo en cuanto a audiovisuales los típos llebaban un montaje impecable.
Ya os digo, no podía haber sido mejor mi última noche. Además vi otra vez a los amigos y me bebí un par de birras de las buenas, así que... ¿que más se puede pedir?
Sábado 4 de Abril, picnic con la familia Weimar al completo.
Aprovechando el buen tiempo que nos hizo los últimos días decidimos proponer un picnic a la peña y así el sábado estuvimos en el Weimarhallenpark prácticamente todos. Disfrutando de las inusuales temperaturas, la buena compañia, la comida, los juegos, la música, el relax...
Al empezar no eramos muchos, pero luego cada vez fué viniendo más gente... me encantó poder verlos a todos justo el día antes de irme... para mí fue una bonita despedida encubierta. :P
Os deseo lo mejor a todos! Gracias por haber estado allí!
Un curioso snack que solo he visto y probado en este país. Está elaborado con harina de maíz y cacahuete, pero sabe totalmente como si comieras cacahuetes hinchados.
La verdá es que al principio de vivir aquí lo compramos por pura curiosidad y al final ya estabamos totalmente adictos, jajaja... Bueno no exageremos, solo que la primera vez que los probamos casi que ni nos gustaron (nos parecia un poco raro eso de comer cacahuetes con forma de ganchitos) pero luego lo comprabamos como si tal cosa cada vez que encartaba ver una peli o así.Lo mísmo les pasó al resto de erasmus.
En fin, poco más hay que contar, unos ganchitos de cacahuete que gustan a todo el mundo pero no sé porqué, (y que yo sepa) solo los fabrican y comercializan en Alemania...
Unas 5 horas y pico de bici, alrededor de 45 kilómetros, Jaume, un día soleado, unos cisnes agresivos, caminos de MTB, un lago, campos verdes...
Todo esto ocurría un 1 de Abril, a 4 días vista de mi vuelta a casa. Y lástima no haber podido hacer alguna más antes... pero puedo darme por satisfecho con todas las etapas que he realizado por la zona de Weimar, no muy extensas (excepto esta última) pero sí muy reveladoras.
Hay que decir que ha sido gracias a Jaume, un chico de Caldes de Montbui que conocí en los últimas semanas, que he podido hacer esta ruta más larga. No solo me dejó una bicicleta de montaña, sinó que también hizo la etapa junto conmigo. La verdá es que con mi bici de paseo encontrada no hubiera llegado tan lejos...
Cada uno se ha recorrido la zona de Weimarer Land a su manera, Jaume conoce sobretodo senderos y rutas MTB, y yo por mi parte siempre había circulado más por asfalto o la línea del Ilmtal (caminos de tierra pero bastante llanos), así que el resultado final de esta ruta fue un mix de las dos cosas.
1.Buchfart desde lejos. 2. Casa en ruinas. 3. En el camino.
Nuestra intención desde el principio fué llegar a Bad Berka y luego desde allí a Kranichfeld y al lago Stausee Hohenfelden. Y así lo abordamos. Cierto es que podríamos haber hecho la ruta en bastante menos tiempo, pero fuímos ya desde el principio charlando y pedaleando suavemente, además de realizar varias paradas.
Antes de llegar al pequeño lago, saliendo de Kranichfeld, paramos en un supermercado a comprar algunos víveres. Luego, llegados a la orilla de éste, nos sentamos a comer y reposar un rato, algo que un par de cisnes no nos dejaron hacer. Jajaja... se nos quedaron mirando mientras nosotros comíamos los bocatas, y aunque Jaume les dió algun trocillo de pan, uno de ellos quiso más. Así que no dudó ni un segundo en pegar un salto del agua a la orilla alargando el cuello para pedir comida. Nosotros sentados en el suelo eramos de la mísma altura que el cisne y la verdá es que le cabrón estaba decidido a sacarnos la comida de las manos si era menester. Así que nos levantamos para ver si la altura le imponía respeto y cesaba su avance hacia nosotros, lo único que hico el animal fué alargar más el cuello e hinchar las alas, intentando aparentar más tamaño. Nada, en vista de que no podríamos ya comer ni descansar sin temer el picotazo de un cisne salvaje, cogimos los bártulos y nos alejamos de allí. Jajaja, me acordaré bastante tiempo de este episodio.
4.Ruta Ilmtal. 5.Stausee Hohenfelden 6.Amistosos cisnes antes del ataque frontal.
Nos ponemos otra vez en marcha y pasamos por algunos pueblos nuevos, Tonndorf y Tiefengruben. Y justo en la entrada de Bad Berka se pincha mi neumático delantero. Eso nos retrasará bastante rato. Por suerte Bad Berka no solo es uno de los pueblos más grandecitos de la zona... sinó que además está considerado uno de los pueblos con más rutas de bicicleta de montaña de todo Turíngia (que por cierto es una región bastante llana), eso nos dá esperanzas de encontrar una tienda de bicis abierta y cercana. Y así es, preguntando a un par de personas (todos muy amables a la hora de ayudar) llegamos a una tienda, compramos un neumático y se lo colocamos a la rueda. Solventamos con mayor rapidez de lo que creíamos y pornto estabamos una vez más en marcha.
7.Misteriosas tumbas de Tonndorf. 8. Indicadores con bota incluida. 9. Reparando la rueda pinchada.
Siguiendo primero el Ilmtal y luego caminos que conocía Jaume, llegamos sin más paradas ni dificultades a Weimar. Ha sido una salida genial.
10. Ruta Ilmtal, llegando a Buchfart. 11. Distintos libros de rutas que se desarrollan en parte o totalidad de Weimarer Land, viva la biblioteca pública!
Bonus-track:
Indagando con Nana sobre las dos cruces de piedra que yacen a la salida/entrada de Tonndorf hemos descubierto esta reseña y apartir de ella hemos sacado más o menos en claro varias cosas: Se les llaman "Die feindlichen Brüder" (literalmente los Hermanos Hostiles) pues cuenta la leyenda que muerto el padre (seguramente en las cruzadas), sus dos hijos, jovenes de la nobleza de Tonndorf, se batieron aquí en duelo y acabaron matandose uno al otro. Ocurrido esto la madre murió de pena o por suicidio y su espíritu, que no había alcanzado la paz, sigue aún vagando en forma de fantasma. Algunos aseguran que si pasas por ese camino de noche y ves la imágen espectral de una dama vestida de blanco sentada encima de las cruces es presagio de muerte, concretamte de la muerte de quien la vé en menos de 1 año...
Yo nazco allí, me cuentan la historia y me mudo... que grima.
Nunca es fácil decir adiós. Adiós a la gente y a los lugares. Pero un día se me cruzó por la cabeza ir andando por esta vida de un lado para otro, y quizá esa es una de las partes menos agradable; aunque sí muy emotiva. Es curioso ver como uno se despide (o no) de distinta manera dependiendo de los lazos o vínculos creados con los demás... las palabras que se cruzan, los gestos, las miradas...
Cierto es que prefiero decir hasta luego, más que adiós. Los adioses son para los que no van a volver... y eso nunca se sabe.
Pero no hablemos solo de despedidas, hablemos también de recibimientos. Aunque en el caso de volver a "casa" uno sabe ya un poco de antemano lo que allí se va encontrar. En mi caso volver a casa es retomar una rutina y plantearse un porvenir... nada fuera de lo habitual. Eso sí, aún aquí, nada ni nadie pone freno a mi curiosidad, así que habrá excursiones, habrá mini-viajes... y habrá crecimiento...
Por otra parte, el blog sigue adelante, aún me quedan bastantes artículos y reseñas que postear, así que estaros atentos, los últimos días por Weimar fueron realmente moviditos.
Alemania es un país que, con algo menos de tamaño que España, alberga casi al doble de habitantes, llegando a la cifra de 80 millones de personas. Eso significa básicamente que Alemania está repleta de gente, y no solo concentrada en ciudades, también a lo largo y ancho de todo su territorio. Un fenómeno que hace que apenas haya lugares despoblados como en España.
Puedo dar fe, después de los distintos lugares que he conocido de este país, que a los Alemanes/as, les encanta la tranquilidad de vivir en pueblos de pocos habitantes. Lo cúal configura una enorme red de villas de menor y mayor tamaño desplegados por todo el territorio. Un territorio además, desprovisto de grandes accidentes geográficos (excepto los alpes en el sud). Vamos, que es difícil encontrar lugares dónde no andes 5 quilometros y no te hayas encontrado con otra aldea.
Otra razón por la que vivir en un pueblito es poder tener una casa con jardín, quizá un poco de huerto... seguramente con alguna gallina, o incluso conejos o cabras, y en el mejor de los casos, hasta algún caballo.
Un hábito que en España se ha perdido mucho en los últimos años... y que por pura ignorancia, el que lo hace parece ser mirado recelosamente por los demás. Como si la labor de cultivar y/o cuidar animales fuera una lacra social. En fin, una pena...
Tanto es el fervor de esta gente por tener su "pequeña granja" que ya desde hace bastantes años podemos encontrar por todo el territorio, tanto en las afueras de las ciudades como en las afueras de los pueblos grandes, conjuntos de parcelas dónde la gente cultiva la tierra o tiene a sus animales. Parcelas dónde normalmente no vive nadie, pues son una espécie de huertas de "ocio"y las casitas que allí se ven son para guardar las herramientas de labranza y demás. Sus propietarios viven, pues, en casas dentro del núcleo urbano. Antes de aquí solo había conocido este fenómeno en en las antiguas colonias de trabajadores de la España de principios de siglo XX, durante el auge de la industria textil en Cataluña, por ejemplo. A cada empleado se le daba una casa (o piso) y como era gente que venía del campo, además les cedían a cada uno un trozo de parcela algo más allá de la colonia. Formándose así un conjunto de parcelas con huertas de "ocio".
Lunes día 30 de Marzo. Salida en bici hacia el oeste. Ni Saloones, ni revolvers, ni cabarets... nada de lo prometido, solo pueblos pequeños, parecidos a los que hay al este, al norte y al sur... estamos rodeados, señor.
Bromas aparte, ésta ha sido una de la excursiones más reguleras de las tres o cuatro que he realizado hasta el momento. Ningún hallazgo destacable, más pueblitos similares a los otros, un camino bastante soso junto a la vía del tren... pero también tuvo sus encantos: una pequeña presa dónde uno puede pescar y bañarse (aunque no se lo recomiendo a nadie), el mero hecho de salir a explorar, hacer ejercicio...
Así que esta vez no voy a aburriros con una explicación de la ruta, prefiero contar la salida con unas pocas imágenes.
Sábado 28 de Marzo. Una noche de esas para recordar... pero que nadie recuerda al día siguiente.
La cena estuvo genial, Nana preparó bolitas de arroz con salmón, había ensalada de pepino y yo hice "pavo-teriyaki". Debía ser pollo, pero no quedaba en el súper así que bueno... hay que decir que no está del todo mal con pavo. Todo ello regado con cerveza del pueblo de al lado, la Apoldaer.
Los tres mosqueteros, cantimplora incluida.
Unas copas y algunas fotos y videos fiestero-nostálgicos más tarde, nos dirigimos al e-werk. La antigua nave industrial que no es una discoteca ni nada, solo un lugar de exposiciones y celebraciones. Y no sé que se celebraba, pero allí todo el mundo estaba muy contento.
Waira, el nuevo fichaje de Weimar.
Bailamos, charlamos y bien pronto empezamos a conocer fauna de la zona. Música: primero más rollo funk y luego cada vez más electrónica. Entonces llegaron más erasmus de los que ya conocemos. Estaba allí casi todo el mundo, todos más o menos igual de finos que el resto. Y así, entre ambientes de humo de tabaco y sudores un tanto etílicos, pasó la noche entre bailes y conversaciones estrambóticas. Con bretzels del suelo incluidos.
